Inculcar un propósito en sus empleados implica más que platicas motivacionales, discursos idealistas o declaraciones de misiones.
De hecho, si estos métodos son exagerados o poco sinceros, pueden ser contraproducentes y detonar el cinismo en vez del compromiso.
Para inspirar e involucrar a sus empleados, tenga dos cosas en mente.
Primero, el propósito es un sentimiento. Le podrá decir a su equipo que su trabajo es importante, pero ¿Cómo puede hacer que ellos mismos lo sientan? Piense en cómo demostrarles el impacto a su trabajo. Tal vez pueda llevar un cliente para que comparta un testimonio o enviar un pequeño equipo a hacer trabajo de campo para que conozca las necesidades del cliente de primera mano.
Segundo, la autenticidad es importante… mucho. Si sus intentos por crear un propósito no se alinean con la manera en que ha actuado en el pasado, es probable que los empleados sean escépticos y podrían sentirse más manipulados que inspirados. Si hace que la búsqueda del propósito sea algo rutinario y no una iniciativa excepcional, les demostraría a sus empleados que habla en serio.
Este consejo fue adaptado de ¨Helping Your Team Feel the Purpose in Their Work¨, de Dan Cable.